Nombrar un ÁRBOL DE LA ESPERANZA en el CRIH es un JUEGO PERVERSO

Saltillo, Coah., 24 de agosto del 2022

Al Ing. Miguel Ángel Riquelme Solís, Gobernador del Estado de Coahuila de Zaragoza

Al Lic. Ricardo Martínez Loyola, Comisionado Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Coahuila 

A la Lic. Yezka Garza Ramírez, coordinadora general del CRIH en Coahuila

Como integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México FUUNDEC-FUNDEM), queremos manifestar nuestra INCONFORMIDAD ante el evento convocado por el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH) para el 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, donde decidieron adecuar un árbol en sus instalaciones y llamarlo árbol de la esperanza y colgar ahí fotografías de personas identificadas. A dicho evento nos invitaron y decidimos NO ASISTIR por respeto a nuestros seres queridos desaparecidos y por respeto a las familias de las personas que afortunadamente han sido identificadas y reincorporadas a sus hogares.

El 21 de diciembre del 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas, determinó declarar el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, ante la grave tragedia mundial de las desapariciones; este día no es de fiesta, es un día de lucha desde la sociedad civil PARA EXIGIR A LOS ESTADOS CESEN LAS DESAPARICIONES Y BASTA DE IMPUNIDAD.

Un signo importante del actual gobierno de Coahuila hubiera sido informar que ya se fincaron responsabilidades penales por las desapariciones forzadas a los diversos funcionarios que con todos los recursos de ser gobierno fueron y siguen siendo responsables por ESTOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD en nuestro estado.

Es una OFENSA para nuestro colectivo tomar el NOMBRE que nosotras elegimos en el 2015 cuando   por primera vez escogimos un árbol en la Alameda de Torreón, Coahuila, como un SIGNO PARA EXPRESAR QUE LES SEGUIMOS ESPERANDO Y BUSCANDO, y traer a la MEMORIA a cada instante, con DIGNIDAD y mucho AMOR, a quienes nos fueron arrebatados. El ÁRBOL DE LA ESPERANZA es un SIGNO que se ha replicado en diferentes municipios y varios estados por parte de colectivos de personas desaparecidas con las que nos sentimos hermanadas le pone su sello y dato de identidad; sus familiares desaparecidos también son nuestros y todas les hacemos presentes a lo largo y ancho del país. Porque las personas desaparecidas sí nos hacen falta a todas las familias y sociedad civil que se suma a nuestras búsquedas y demandas.

El ÁRBOL de la ESPERANZA es parte de la MEMORIA VIVA, es la búsqueda en vida de la Vida, de la Verdad y de la Justicia; búsqueda que lleva a saber qué pasó, quién lo hizo, quiénes son los responsables y que se les castigue como signo necesario para combatir la impunidad.

Si en verdad como gobierno del estado quieren ser sensibles, no nos sigan ofendiendo. Nombrar un ÁRBOL DE LA ESPERANZA en el CRIH es un JUEGO PERVERSO, es querer encajonar nuestra búsqueda sólo en cuerpos colocados en nichos y de los cuales no tenemos la certeza de cuándo serán identificados; mucho menos si habrá VERDAD Y JUSTICIA, pues nos han remarcado infinidad de veces que estos derechos no son su tarea. Esperamos que al final no sea un mausoleo.

Siempre trabajamos con la esperanza de que tomen en cuenta la palabra de quienes estamos en este doloroso caminar y respeten nuestras acciones como colectivo. Bien saben que desde el 2015 venimos construyendo y aportando para que este Centro de Identificación Humana funcione, por eso nos preocupa que los históricos intereses mezquinos partidistas y políticos afecten los pocos avances logrados por la misma Comisión de Búsqueda y el CRIH. Porque el CRIH lo peleamos, lo diseñamos y lo logramos, lo cuidamos. Y también por esto les EXIGIMOS RESPETO.

Con DIGNIDAD y la certeza de que nuestra lucha es transparente, es por ellas y por ellos que nuestra palabra resonará siempre que estemos inconformes.

¡Vivos les llevaron, vivos les queremos!

¡Hasta encontrarles! ¡No más impunidad!

Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México (FUUNDEC-FUNDEM)

*************

De pan y listones

Gwenn-Aëlle Folange

3 de octubre del 2018

Crece el árbol y sus hojas brillan bajo el sol

30 de agosto, es su día

Cada año, llegan a él mujeres, hombres, niños, perros y una vez hasta un caballo.

Crece el árbol y sus hojas brillan

Colgaron una manta, una cobija, junto a él.

De cerca se alcanza a ver que está hecha de retazos, todos bordados, en verde, sólo verde.

Crece el árbol y las hojas

Son nombres, fechas, lugares

Flores, mariposas, vírgenes y lágrimas, hilos de colores, sangre de dedos pinchados por la aguja, de corazones pinchados por la vida.

Crece el árbol

De él cuelgan fotos, listones y besos

Quedan atados el insomnio, la duda, el miedo y la zozobra. El intenso dolor del no-saber.

Crece

Crece la rabia, la ira, la indignación

1 kg de harina integral

300 gr de azúcar morena

300 gr de manteca Inca

100 gr de canela entera

El árbol crece sin sentir, sin saber.

Las familias de los desaparecidos de Torreón sí saben.

Y se cansaron de sentir. Por eso la manta bordada.

Por eso el sentarse bajo este árbol, el de la Esperanza.

La canela entera se muele a que quede hecha polvito,

nunca se usa la canela en polvo

Por eso las fotos y el árbol.

Son las mismas fotos de siempre y otras, muchas.

Todos desaparecidos en algún momento.

Kate y Marina están en otro árbol, otro estado

 pero aquí están Héctor y Chuy, ¿te acuerdas?

Levadura en barra, un dedo acostado.

Entonces haces un volcán con la harina,

agregas el azúcar, la levadura, la canela y la manteca.

 Mezclas bien.

Luego volcán de nuevo y agregas el agua y amasas.

Amasó Ixchel. También Elena. Y muchas mujeres. Hombres también.

No, no fue debajo del árbol, fue en un horno de madera.

Y fue para tener qué vender. Para tener con qué viajar, hasta el árbol.

Porque no cualquiera se improvisa Familiar de desaparecido…

Luego haces bolitas medio planas,

Dejas reposar 30 minutos y se meten a un horno de leña.

Por eso vamos a Matamoros, allá nos rentan

el horno a 8 pesos la charola con veinte panes.

Se venden 4 panes a 35 pesos la bolsa.

Todo se lleva a bendecir, la manta, las fotos, las almas.

Los listones, cada quien lleva el de su desaparecido.

Algunas personas llevan más de uno.

El pan es un pan que hacía Romanita,

que en paz descanse, ella buscaba a su hijo y a su nieto.

Hay misa.

Más bendiciones.

Risas, claro, porque la vida sin seguir volvió a arrancar.

Se siente una atmósfera de energía, de tenacidad.

 Están aquí para hacerse notar, para pedir, exigir solución.

Es de extremada importancia que las autoridades se muevan y hagan su no-bendito trabajo.

Urgente que entiendan lo que pasa frente a ellos.

Impostergable que bajen de sus pequeños tronos y busquen ellos a los desaparecidos, que vayan ellos de morgue en morgue, de cerro en cerro.

Que saquen ellos del suelo cuerpos enteros de hueso en hueso.

Que terminen de una vez su banco de ADN, que lo usen, que los resultados sean rápidos, que los expedientes no se pierdan, que nadie pida mordida.

Que actúen, pues.

Las suelas de plástico, las de cuero queman, el calor es rey.

Y sí, allá es costumbre esperar a que baje el sol para salir. Pero este día, no.

Podría uno leer en cada mirada lo siguiente:

Perdonar, sí, olvidar no.

Te quiero, te extraño.

Papi querido, mira, es tu nieta.

Mi amor, ¿dónde estás?, no puedo más sin ti.

Diosito mío, Virgencita de Guadalupe por favor, les pido de rodillas que…

Aquí estoy, bordé, pinté, recorté. Vendí mis panes. Ahorré. Y aquí estoy, de pie frente al árbol que vestimos. Todas esas fotos y todos esos listones son amor, puro.

Aquí estoy y no cederé.

El árbol crece y las flores reverberan al sol.

Por Héctor y por Chuy. Por Kate y por Marina. Por Misael, Alejandro, Luís Ángel, Carlos, Hugo, Iván, Jesús Daniel, Santana, Daniel Gerardo, Jesús Antonio, Juan Antonio …

La receta del pan es la que usan por Torreón para juntar dinero e ir, venir y llorar. Si la vas a usar, ponle bien en alto su nombre: Pan de Romanita.

Deliberadamente, se optó por no bordar de rojo en la manta. Porque los colores escogidos para bordar no son anodinos, verde si aún hay esperanza de Encontrarte vivo, mi amor y rojo si se confirmó la Muerte de ti, mi amor.

Los nombres que ves, que leíste, son reales. Ixchel, la esposa de Héctor, me hizo el favor de preguntar el jueves quién quería poner algún nombre aquí.

No puse sus apellidos, para poderlos decir mejor, en cortito, dentro de mí.

Léelos otra vez. Y otra vez. Y otra vez.

A %d blogueros les gusta esto: